Sep 10, 2009

Soy la morsa



Oh, cielos, ¡un blog colectivo!: potosino además Algo así como un manicomio virtual, ¿cierto?

Hace menos de un mes que me mudé a esta ciudad. El cambio de vida que he sufrido es radical en todos los sentidos y me gusta. Pero al mismo tiempo es extraño. Siento que lo “correcto” sería pensar en las personas y los lugares que he dejado atrás más de lo que hago, que debería recordarlos con más frecuencia, extrañarlos más. La verdad es que no tengo tiempo para hacerlo, sin embargo, hay dos momentos del día en los que es inevitable añorar: antes de dormir, y al despertar. Es tan melancólico a veces.

Más cosas extrañas: la sensación de estar en el lugar correcto, con las personas indicadas. La estabilidad emocional. La pronta adaptación y “encariñamiento” con la gente que me rodea. El entusiasmo.

Generalmente me toma muchísimo más tiempo de lo normal relacionarme con desconocidos “como debe de ser” y amistar. Es curioso e inexplicable que a pocos días de conocer a mis compañeros ya la pasara tan bien con ellos y los quisiera. Los quiero. Me aceptan como soy, con mi timidez y mis excentricidades y todo. ¿No que bien cerrados los potosinos? Prejuicios baratos.

Pos bueno, ¡venirme a estudiar acá es una de las mejor decisiones que he tomado en mi vida! ¿Qué ñoño, no? Como de teen movie. Pero así es.

Esperen por aquí mis peripecias y anecdotillas potosinas. Si esto es el principio del final, pues debe ser un final buenísimo. Sí que sí.


¡Pipotweets, pipotweets, ra ra ra!




PD. Por el amor de dios... cambien el diseño del blog, chavosss.