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"... pfff, que hora es?... Las 9... otros 5 minutos... nah, ya métete a bañar o se te hace tarde"
Algo así empiezan casi todos mis días.
Honestamente, 5 de 7 días de mi semana son exactamente lo mismo, me levanto a las 9 más o menos, me baño, tiendo las camas, desayuno lo que pueda y me voy corriendo al trabajo porque como siempre salgo tarde, cumplo con mi turno, me voy a la escuela, asisto a mis clases, y regreso a mi casa a comer, internetear y dormir.
Trabajo -> Escuela -> Casa
Ese es el esquema básico de mis días, a veces la escuela cambia por "comer con la familia" y algunas actividades diversas entre el paso 2 y el paso 3.
Pero la verdad eso me agrada mucho, soy bien fan de la rutina. Muchos dicen "la rutina" como si fuera algo terrible, pero la verdad lo encuentro como algo bueno. Algo así como el tinitus del que habló el Sr. Jorge Pinto en su blog, pero no tan similar.
Pienso que una vez que adquieres una rutina, esta te ayuda a apreciar esas cosas diferentes que haces de vez en cuando, como ir a una fiesta, ponerte a ver películas que hace tiempo querías ver pero por cuestiones de tiempo no pudiste, jugar tu juego favorito que tenía años abandonado, ir al #martesdemakis, etc.
Cabe aclarar que para que esto aplique, no te debe desagradar tu rutina, porque claro que si haces algo más por obligación que por gusto, no vas a disfrutar de esas actividades diferentes, solo las vas a buscar como un escape fácil de tu rutina y lo harás como otra obligación, y más que beneficiarte puede que solo termines más jodido. Ahora que si tu rutina es algo que te agrada, y que si bien no haces con todo el gusto del mundo al menos lo haces con una buena actitud, encontrarás mucho más disfrutables estas "escapadillas" jajaja.
Y a final de cuenta, no son más que "checkpoints", para guardar tus avances, recuperarte un poco y terminar volviendo a lo mismo.
