Sigfrid, Siempre pensó que nunca conseguiría una cita con Natasha, por más que intentara, nunca pasaba, ella lo barría, no le impotaba que fuera el chico popular de la escuela, simplemente no tenía ningún interés, ella lo consideraba hueco, un simple Gorila en esteróides que no tenía tema de conversación mas de su orgía de la semana pasada y de cuantos galones de alcohol se metió en la fiesta de algún fulano... hasta que llegó ese día.
Por fin se efectuó su deseo mas ansiado, conseguir una cita con ella misma, ella siempre evadía a ese tipo de muchachos, salía con uno que otro, un tanto feos, pero a nadie le importaba, sólo desaparecían aquel fin de semana sin dejar ni un sólo rastro...o se rumoraba que habían hecho una transferencia a otra escuela...jamás se volvía a saber de ellos
Sigfrid llevó a la joven Natasha a dar la vuelta, una típica Michelada, cena a base de tacos y tortas, todo romántico, incluso una visita al mirador local, nada fuera de lo común...hasta que decidió llevarla a las Rusias
Las Rusias era el lugar predilecto de Sigfried para emborrachar más a las mujeres, ahí se las fajaba, tiraba y después, como trofeo, tomaba su panti-medias y a las pobres muchachas, las dejaba tiradas en medio de la nada, era su pasatiempo de fin de semana, ser un gran hijo de puta con tal de tener una buenisima noche de sexo, si es que s ele podía llamar así, pero esta vez, sería distinto.
Después de una botella de vino tinto, Natasha estaba semi mareada, Sigfrid se preparó para desnudarla y todo, pero ella se le adelantó, le bajo los pantalones, sus interiores y empezó a hacer su trabajo, sintió un enorme placer, incluso con esas mordidas...hasta que empezó a morder más fuerte, luego sintió el escurrir de la sangre por lo que le quedaba de miembro y por el resto de sus genitales, gritó con horror, se la quito de encima y con las pocas fuerzas que tenía, pateo su cara y la golpeó, le rompió la nariz y ella empezó a sangrar, se abalanzo hacia ella y enseguida, la empezó a ahorcar.
La tomó por el cuello, pero n ose estaba dando cuenta de lo que lograba con eso, sólo estaba provocando que su ira interior aflorara más rápido y a flor de piel, y ella, ella le pateó su entrepierna, obviamente, se retorció de dolor, ella ahora estaba encima de el, mordió su yugular, y le arranco un buen pedazo, la empujó y trato de correr, de escapar, pero ella lo tomó por uno de sus pies y lo mordió, estaba gozando de su sangre y de su carne.
Sigfrid cayó al piso y empezó a perder la conciencia, trato de mantenerse despierto pero empezó a delirar, a pensar que era sólo un sueño, más que eso, una horrible pesadilla de la que deseaba despertar, pero no fue así, Natasha llegó con una piedra y la dejó caer sobre su cabeza, fue así como perdió total y completo conocimiento.
A la semana siguiente, apareció una nota en el periódico, su encabezado principal era:
Her lips curl into a grin around her crooked gnashing teeth
I'm pulverized and devoured in the jaws of a girl seventeen
"Natasha" by Pig Destroyer