

Consiste en poner sobre una tabla y atado obviamente al individuo mientras se le cubre la cara con una tela y se le vierte agua para asfixiarlo y meterle agua en los pulmones.
El waterboarding tiene muchas variaciones, como el colocarle una tela sobre la cara, mantenerle la boca abierta con un pedazo de metal e incluso taparle la cara con plástico.

Mi punto con esto es que hay otra variante que, según las personas que han sometido a este método de tortura, es el peor.
Se trata de meterle un pedazo de tela lo suficientemente largo en la garganta y echarle agua nuevamente, haciendo que trague y la tela se le meta hasta el estómago. Esto se logra echando agua poco a poco obligando a la persona a tragar el agua y después respirar, para luego meter el pedazo de tela o toalla y el instinto natural de tragar la mueve hacia el estómago.
La tela hace a la persona atragantarse y tratar de vomitar el objeto extraño, pero la tela es tan larga y gruesa que simplemente no lo logra. Así se queda insetrada en la boca, garganta y estómago. La sensación es, según relatan, como tener un nudo en la garganta.
Dejan de verterle agua para hacerle preguntas y si no consiguen lo que quieren escuchar jalan el pedazo de tela con tal fuerza que desgarran el interior de su estómago y garganta.
Gritos,
sangre
y se repite.